Hace unos días nuestro compañero Haritz nos trajo unos bulbos de dalias y decidimos salir al huerto a sembrarlas. Ya sabemos que es más productivo plantar puerros o cebollas pero también queda bien chulo ver flores en él ¿verdad?.
Así que nos fuimos para allá, y como todos no podíamos hacer la misma tarea decidimos organizarnos, mientras unos retiraban los bulbos de tulipanes y narcisos otros cogieron la regadera y se pusieron a regar los árboles y las fresas.
Una vez tuvimos el terreno preparado, hicimos un surco y uno a uno fuimos sembrando los bulbos con mi ayuda (yo tampoco estoy muy puesta en el tema, pero lo importante es participar ¿no?), los regamos y tachán, tarea finalizada. Eso sí, cuando salimos del huerto nos tuvimos que sentar un rato en la orilla del polideportivo a limpiarnos los zapatos y zapatillas porque estaban... Os pido mil disculpas, porque sé que algunos llegaron a casa para meterlos en la lavadora, pero realmente disfrutaron, que es lo que vale.
Ahí os dejo alguna foto que refleja las aventuras vividas en el huerto.
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